¿Como se puede manejar el enojo y la ira?


La ira o rabia es una emoción natural que en condiciones normales y entre límites muy específicos es sana para el ser humano. Es una respuesta natural y adaptativa ante una amenaza, para reaccionar y defenderse. Sin embargo, cuando se sale de control y se hace más intenso, puede llegar a ser destructivo tanto para otras personas como para la persona en sí que está sintiendo esta emoción.

La rabia, la ira, la cólera, o cualquiera de sus otros sinónimos pueden llegar a dañar la salud física y mental de una persona, por lo que hay que tratar de manejarla de la mejor forma posible. Muchas personas aseguran que si una persona se mantiene alejada de los sentimientos de odio, rencor, cólera y rabia, evita que su cuerpo y su corazón se mantengan limpios.

Técnicas concretas de manejar las emociones de ansiedad e ira:
Técnica n.° 1: Respiración profunda
Esta técnica es muy fácil de aplicar y es útil para controlar las reacciones fisiológicas antes, durante y después de enfrentarse a las situaciones emocionalmente intensas.
    * Inspira profundamente mientras cuentas mentalmente hasta 4
    * Mantén la respiración mientras cuentas mentalmente hasta 4
    * Suelta el aire mientras cuentas mentalmente hasta 8
    * Repite el proceso anterior

De lo que se trata es de hacer las distintas fases de la respiración de forma lenta y un poco más intensa de lo normal, pero sin llegar a tener que forzarla en ningún momento. Para comprobar que haces la respiración correctamente puedes poner una mano en el pecho y otra en el abdomen. Estarás haciendo correctamente la respiración cuando sólo se te mueva la mano del abdomen al respirar (algunos le llaman también respiración abdominal).

Técnica n.° 2: Detención del pensamiento
Esta técnica puede utilizarse también antes, durante o después de la situación que nos causa problemas.
Esta estrategia se centra en el control del pensamiento. Para ponerla en práctica debes seguir los siguientes pasos:
    * Cuando te empieces a encontrar incómodo, nervioso o alterado, préstale atención al tipo de pensamientos que estás teniendo, e identifica todos aquellos con connotaciones negativas (centrados en el fracaso, el odio hacia otras personas, la culpabilización, etc.)
    * Di para ti mismo “¡Basta!”
    * Sustituye esos pensamientos por otros más positivos
El problema de esta técnica es que se necesita cierta práctica para identificar los pensamientos negativos, así como para darles la vuelta y convertirlos en positivos. En el siguiente cuadro te presentamos algunos ejemplos:
PENSAMIENTOS NEGATIVOS
“Soy un desastre”
“No puedo soportarlo”
“Me siento desbordado”
“Todo va a salir mal”
“No puedo controlar esta situación”
“Lo hace a propósito”        
PENSAMIENTOS POSITIVOS
 “Soy capaz de superar esta situación”
“Si me esfuerzo tendré éxito”
“Preocuparse no facilita las cosas”
“Esto no va a ser tan terrible”
“Seguro que lo lograré”
“Posiblemente no se haya dado cuenta
“que lo que hace me molesta”

Técnica n.° 3: Relajación muscular
Esta técnica también sirve para aplicar antes, durante y después de la situación, pero para su empleo eficaz requiere entrenamiento previo. Para su práctica sigue los siguientes pasos:
    * Siéntate tranquilamente en una posición cómoda. Cierra los ojos.
    * Relaja lentamente todos los músculos de tu cuerpo, empezando con los dedos de los pies y relajando luego el resto del cuerpo hasta llegar a los músculos del cuello y la cabeza.
    * Una vez que hayas relajado todos los músculos de tu cuerpo, imagínate en un lugar pacífico y relajante (por ejemplo, tumbado en una playa). Cualquiera que sea el lugar que elijas, imagínate totalmente relajado y despreocupado.
Imagínate en ese lugar lo más claramente posible. Practica este ejercicio tan a menudo como sea posible, al menos una vez al día durante unos 10 minutos en cada ocasión. Si te ha convencido la utilidad del ejercicio, recuerda que debes practicarlo para llegar a automatiza el proceso y conseguir relajarte en unos pocos segundos.

 

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