Esta santa francesa del siglo XVII tuvo un gran ejemplo en su familia que recibía a personas pobres en su casa y les ofrecía alojamiento, comida y atenciones médicas cuando las necesitaban. Catalina se unió a una congregación de monjas agustinas y pidió ir a misión a Canadá. Allí la vida fue difícil y estaba llena de persecuciones. Catalina sintió miedo en muchas ocasiones, pero decidió no marcharse de allí. Murió a los 36 años.
¿Te asustan las dificultades? ¿Cómo tratas a veces de evadirlas?