En la vida de María, con las dificultades y los temores que tuvo que tener, encontramos un camino verdadero para hacer que la presencia de Dios se haga luminosa en el mundo. Consiste en, como Ella, decir sí a lo que Dios nos pida y guardar los misterios de Dios en el corazón, para que ahí puedan dar luz y fuerza.
¿Cómo quiero comenzar este año?